jueves, 9 de febrero de 2012

Invitados con niños

He ido a bodas a las que no asistía ni un solo niño. La mía no creo que sea una de esas, más que nada porque contando con nuestros sobrinos, y con los hijos de varios primos... preveo una mesa de niños de lo más poblada.
No me gusta que los niños vayan vestidos de pequeños repollitos a una boda. Ellos también tienen derecho a pasárselo bien, son niños al fin y al cabo y un modelito de esos cuesta lo suyo, no van a estar pendientes de si se lo manchan o lo estropean.
Así que una de las primeras decisiones que tomamos, y que además creo que Mr. Argu y yo lo hablamos incluso antes de comprometernos, fue que a nuestra boda los niños irían disfrazados. Queremos que sea una fiesta también para ellos, que lo disfruten, que se revuelquen por el césped si hace falta, y además seguro que salen unas fotos de lo más chulas. Confieso que se me cae la baba viendo a los peques disfrazados.

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